- Catholic Review - https://catholicreview.org -

El “Día de los Muertos”, una expresión de fe

Ya sea que estén en su país de origen o en los Estados Unidos, muchas familias hispanas se reúnen cada año el 2 de noviembre para celebrar el Día de los Muertos, también llamado Día de Muertos y Día de los Fieles Difuntos, fecha en la que recuerdan a sus seres queridos que han fallecido y rezan por el reposo de sus almas. Se celebran misas en los cementerios para los feligreses que visitan y decoran las tumbas de sus familiares difuntos. En sus casas, las familias construyen altares, también conocidos como ofrendas, adornados con símbolos cristianos.

Muchos católicos angloamericanos tienden a sentirse escépticos ante esta celebración cuando ven calaveras y altares. De manera similar, los católicos hispanos tienden a sentirse incómodos cuando ven decoraciones o eventos relacionados con el “Halloween”, palabra cuya traducción directa en español es “noche de brujas”, mientras que en inglés es una contracción de “All Hallows’ Eve”, que en español significa la víspera del Día de Todos los Santos, celebrado el 1 de noviembre.

Aunque se pueden encontrar aspectos seculares en ambas celebraciones, ambas tienen raíces cristianas que no solo celebran la cultura sino también la fe católica. Cuando los españoles llegaron a México y Centroamérica, se encontraron con civilizaciones prehispánicas politeístas que creían que la vida terminaba en la muerte. Los misioneros evangelizaron a los indígenas enseñándoles que existe un solo Dios, que cada persona tiene un alma inmortal y que nuestros familiares difuntos necesitan de nuestra intercesión con oraciones para su salvación (Catecismo de la Iglesia Católica, 366).

“Las oraciones cuentan incluso para los muertos, que son almas que están en el purgatorio”, dijo el Padre Roger Brito Fernández, vicario parroquial de San Clemente I en Lansdowne y San Felipe Neri en Linthicum.

El sacerdote ha celebrado la Misa de los Fieles Difuntos durante seis años en diferentes cementerios de la Arquidiócesis de Baltimore. Él señaló que la celebración del Día de los Muertos es una tradición latinoamericana que data de la época de la Colonia surgida de las tradiciones prehispánicas evangelizadas por los españoles y adaptadas a la fe católica.

En la actualidad, un altar tradicional del Día de los Muertos en un hogar católico contiene tres niveles, que simbolizan la “Iglesia militante”, la “Iglesia purgante” y la “Iglesia triunfante”; fotografías de miembros de la familia que han fallecido, para recordar rezar por ellos; y una cruz hecha con flores de cempasúchil o cempoalxóchitl, en la cual la cruz simboliza la muerte y resurrección de Cristo.

Las calaveras puestas en los altares del Día de los Muertos simbolizan la muerte. En la tradición hispana, la muerte es sagrada.

Sin embargo, se insiste a los católicos que no asocien el respeto por la muerte con el culto a la muerte. En ciertas culturas hispanas, algunos han confundido la muerte con una deidad y la han llamado la “Santa Muerte” o la “Santísima Muerte”. Funcionarios del Vaticano han rechazado en repetidas ocasiones la devoción a la “Santa Muerte”, una creencia popular representada como una figura esquelética que sostiene una guadaña, una balanza o un globo terráqueo, que surgió de una mezcla pagana de figuras procedentes de culturas indígenas y cristianas.

“La muerte es un puente de esta vida con la otra”, dijo el Padre Brito, “pues conecta lo terrenal con lo divino”.

Envíe un correo electrónico a Priscila González de Doran a pdoran@CatholicReview.org

Copyright © 2021 Catholic Review Media