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Familia de trabajador de la construcción desaparecido honra su memoria

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En un vídeo que Maynor Suazo Sandoval compartió con su familia el pasado invierno, el inmigrante hondureño destacaba la nieve que caía en el lugar donde realizaba trabajos de construcción en Baltimore. Quería que sus sobrinos vieran cómo se ganaba el dinero su tío.

“Se me cuidan todos, los quiero mucho, un abrazo porque acá nos trajo la vida, dijo la canción, así es que bendiciones a todos”, dijo Maynor.

Maynor Suazo Sandoval, derecha, posa con su hermana Norma L. Suazo Sandoval. (Cortesía de Carlos A. Suazo Sandoval)

Sandoval, que asistía a una iglesia cristiana evangélica en Owings Mills, fue uno de los seis trabajadores de la construcción que perecieron el 26 de marzo cuando un buque de carga aparentemente perdió potencia, chocó contra el puente Francis Scott Key y provocó su derrumbe. Los trabajadores, todos ellos inmigrantes de México y Centroamérica, habían estado reparando huecos en el asfalto del emblemático puente, no lejos del puerto de Baltimore.

The Catholic Review habló con Carlos Alexis Suazo Sandoval, uno de sus hermanos mayores, que vive en Maryland. “Somos ocho hermanos, yo soy uno de los del medio y Maynor es el menor; tiene 38 años”, dijo Carlos, quien todavía a veces habla de su hermano en tiempo presente.

La tragedia cambió literalmente la vida de la familia Suazo Sandoval de la noche a la mañana, así como la de su esposa, su hijo de 18 años y su hija de seis. “Ha sido una noticia muy difícil para todos, para mi madre, para todos”, dijo Carlos, quien comentó que su madre, de 82 años, está permanentemente acompañada por sus familiares en Honduras mientras esperan noticias del operativo de búsqueda y recuperación de los cuerpos. 

Rosa Emerita Sandoval Paz, madre de Maynor, recibió la llamada en la que le informaron que su hijo estaba en el puente cuando se derrumbó. Inmediatamente llamó a Carlos y a Norma, una de las hermanas que vive en el área de Baltimore.

Desde entonces, han pasado los días entre notificaciones de agencias estatales y federales informándoles de las últimas noticias. Hasta ahora se han recuperado dos de los seis cadáveres de los trabajadores.

El padre redentorista Ako Walker, párroco del Sagrado Corazón de Jesús en Highlandtown, estuvo con las familias de los seis trabajadores de la construcción desaparecidos mientras esperaban noticias de sus seres queridos.

Maynor Suazo Sandoval posa junto a su cuñada. (Cortesía de Carlos A. Suazo Sandoval)

Carlos, católico, dijo que su hermano era “una linda persona conmigo, con mi hermana y con todos. Maynor era muy amoroso y bien divertido. Venía aquí a esta hora y yo no sé de dónde sacaba tanta fuerza, pero siempre era un tipo motivador”.

Carlos admira a su hermano por su determinación para salir adelante, su espíritu emprendedor y su gran capacidad de trabajo. “Él ya tenía su hotel allá -en Honduras- y estaba por abrir una casa de empeño. … Aquí, después del trabajo de la compañía, él hacía sus trabajos particulares, ahí tiene una troca”, dijo.

Maynor era hincha del Fútbol Club Motagua, un equipo de fútbol de la capital de Honduras. Su amor por este deporte lo llevó a asociarse con uno de sus primos para ayudar económicamente a las ligas menores de Azacualpa, la ciudad donde nació. Su carácter y generosidad inspiraron a muchos. “Minuto a minuto suena mi teléfono y son sus amigos, gente que trabajó con Maynor antes de que viniera a los Estados Unidos y no lo pueden creer”, dijo Carlos.

“Si Dios lo permite y todo sale bien nosotros queremos que mi mamá sea quien le dé cristiana, sepultura en Honduras, nos gustaría que sea la mujer que lo trajo a este mundo quien lo despida también”, dijo Carlos, quien junto a su familia aún lloraba la pérdida de su padre, Jorge Alberto Suazo Maldonado, fallecido hace apenas nueve meses. 

Carlos señaló que el año pasado su madre vino a visitarlos, momento que quedará en la memoria y en el corazón de esta familia que llora la partida de un hijo, un padre y un esposo. “Él por mi mamá hacía todo y por mi papá también, él no hallaba que hacer por ellos. Mi mamá va a sufrir mucho mucho porque él era el más mimado, el más pequeño”, dijo Carlos.

“Quiero que recuerden y honren la memoria de mi hermano”, pidió Carlos Alexis Suazo Sandoval a quienes conocieron a su hermano en su trabajo, en su círculo social, en su iglesia, en su vida familiar. Recordar la persona que fue, las risas que provocó, los abrazos que dio y las huellas que dejó será el recuerdo y el legado que lo mantendrá vivo entre ellos.

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