Los familiares y amigos de Fabián Alberto Sánchez González se encuentran afligidos, conmocionados e indignados de que el feligrés del Sagrado Corazón de Jesús en Highlandtown de 23 años falleciera el 1 de mayo, un día después de haber recibido un disparo durante un intento de asalto mientras trabajaba en la tienda T-Mobile en Canton.
“Mi hijo solo se dedicaba a trabajar duro”, dijo Alma Rosa González, su madre. “Él no le hizo daño a nadie. Mi hijo siempre estaba cuidando de mí y de su familia. Nuestra familia era muy unida”.
González, hablando en español, dijo que su hijo desde pequeño asistía a misa con ella en San Patricio en Fells Point. De adulto asistía a misa en San Clemente I en Lansdowne cuando eran sus días libres. Su madre dijo que el joven estaba muy involucrado con su comunidad escolar católica de St. Ignatius Loyola Academy en Federal Hill (donde se graduó en 2014) y Cristo Rey Jesuit High School en Fells Point (donde asistió de 2014 a 2016).
Sánchez fue el segundo hijo de cuatro hermanos y un mexicano-estadounidense de primera generación. Sus familiares son feligreses del Sagrado Corazón de Jesús.
“No hace mucho tiempo, le preparé a mi hermano una comida sencilla después de que terminara su turno doble en el trabajo”, dijo al Catholic Review uno de sus hermanos menores, Carlos Sánchez. “Tomaba un bocado y luego bailaba para enseñar que disfrutó la comida. Él tenía que demostrar que era feliz”.
En un comunicado publicado en una página de gofundme para apoyar a la familia con los gastos funerarios, Carlos Sánchez indicó que su hermano estaba “lleno de vida y siempre se reía y bromeaba con nosotros (su familia) y nos llenaba de alegría. Tenía un gran corazón, un corazón de oro”.
En un comunicado de prensa, la Academia St. Ignatius Loyola detalló, “La facultad recuerda a Fabián como un estudiante tranquilo, reflexivo y trabajador al que fue un placer enseñar”.
Sánchez permaneció activo en la escuela jesuita de varones después de graduarse como parte del Graduate Support Program, a través del cual visitaba la escuela periódicamente y brindaba apoyo a los estudiantes.
La directora de la Oficina de Desarrollo de la academia, Jennifer Summers, dijo que la familia se puso en contacto con la escuela poco después de que ocurriera el incidente.
“Para muchos de nuestros estudiantes, St. Ignatius es su segundo hogar”, dijo.
La academia señaló que ofrece apoyo y oraciones a la familia y a los compañeros exalumnos al enfrentar la trágica pérdida.
“Pedimos a todos que recuerden que cada víctima de violencia sin sentido es un ser humano con un nombre, una familia y una vida que debe ser honrada y apreciada”, publicó la escuela en su página de Facebook.
Riccy Amador, quien asistió a Cristo Rey con Fabián Sánchez, se refirió a su amigo como “una de las personas más dulces que se puede conocer”.
“Era una persona de familia y una persona muy trabajadora”, señaló. “Él quería ofrecer una mejor vida a sus padres (inmigrantes de México), particularmente a su madre”.
Amador recuerda que su amigo constantemente intentaba sobresalir en la escuela y en el trabajo para poder lograr su objetivo de brindar una mejor vida a su familia.
“Fue realmente difícil de escuchar (la noticia), especialmente cuando se trata de alguien con quien creciste”, dijo. “Todavía estoy en estado de shock”.
El presidente de Cristo Rey Jesuit High School, el Dr. Willian “Bill” Heiser, dijo que su comunidad escolar lamenta el “trágico y sinsentido asesinato del exalumno”.
“Siempre recordaremos a Fabián en nuestros corazones y continuaremos manteniéndolo a él, a su familia y a sus amigos en nuestras oraciones”, dijo.
Los consejeros escolares de la secundaria jesuita han estado disponibles para apoyar a los exalumnos y la comunidad, agregó. Cristo Rey donó $1,000 dólares a través de gofundme para ayudar a la familia con los gastos del funeral. Hasta el 5 de mayo, cerca de 500 donantes han contribuido a la causa resultando en un total de casi $28,000 dólares.
Cecilia Castelán, una amiga de la familia a quien Sánchez llamaba “tía” y feligresa del Sagrado Corazón, dijo que siempre fue una prioridad para el padre de Sánchez que él y sus hermanos y se enfocarán en sus estudios “para que pudieran salir adelante en la vida”.
Según ella, recuerda a Sánchez como un “niño cariñoso y tierno”, que siempre quería estar cerca de su familia.
“Al igual que sus hermanos, Fabián no tenía vicios ni quería salir de parranda por la noche”, comentó. “Era muy trabajador”.
Mientras la comunidad católica lamenta la muerte repentina y violenta del joven, muchos exigen un mejor control de las armas de fuego.
“Nunca he sido partidaria de las armas”, dijo Castelán. “Creo que su uso debería estar restringido a las autoridades policiacas e incluso deberían pasar por una ardua capacitación antes de tener acceso”.
Según el Departamento de Policía de Baltimore, dos adolescentes fueron arrestados y acusados de asesinato en primer grado, incluido Arthur McCaden, de 18 años, y un hombre de 14 años, cuyo nombre se desconoce debido a su edad.
“Doy gracias a Dios y a las autoridades que atraparon a los responsables”, dijo la madre de la víctima al Review. “Espero que se haga justicia para mi hijo y para todas las víctimas de la violencia”.
El sacerdote redentorista Alipio Flores, vicario parroquial del Sagrado Corazón de Jesús, oficiará la Misa funeral el 13 de mayo en el Sagrado Corazón.
“Es muy triste para la familia latina que su hijo de 23 años haya tenido que morir de esa manera violenta”, dijo.
Varios feligreses del Sagrado Corazón de Jesús están ayudando a la familia a planificar el funeral. La familia Sánchez González realizará una caminata de vigilia en honor del joven el 7 de mayo a las 3 p.m. en el Sagrado Sacred Corazón en Conkling Street y procederá hasta la tienda donde ocurrió el asesinato.
“Quiero justicia para mi hijo”, dijo González. “Quiero poner fin al crimen que está destrozando familias. La gente tiene que entender que destruir vidas inocentes no es una solución”.
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