CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El Vaticano suspenderá una práctica de algunos sacerdotes que celebran misa en la Basílica de San Pedro temprano cada mañana solos en un altar lateral solamente con un monaguillo.
Todavía se permiten las misas concelebradas, así como las misas en las capillas de la gruta de la basílica para grupos de peregrinos que llegan con un sacerdote u obispo.
El Código de Derecho Canónico permite a los sacerdotes concelebrar y dice: “Sin embargo, son completamente libres de celebrar la Eucaristía individualmente, pero no mientras se esté celebrando una concelebración en la misma iglesia u oratorio”.
Todos los días en la Basílica de San Pedro, entre las 7 a.m. y las 9 a.m., se pueden encontrar varios sacerdotes en diferentes altares celebrando una misa sin una congregación. Debido a que no hay predicación o canto sin una congregación, las misas generalmente duran menos de 20 minutos cada una y luego otro sacerdote puede celebrar en el mismo altar.
Una carta del 12 de marzo y rubricada por el arzobispo Edgar Peña Parra, secretario suplente de asuntos generales del Vaticano, decía que a partir del 22 de marzo “se suprimen las celebraciones individuales (de la misa)”.
La misa temprana será concelebrada en la basílica cada día a las 7 de la mañana en la Capilla del Coro, a las 7:30 de la mañana en el Altar de la Cátedra, a las 8 de la mañana en la Capilla del Coro y a las 9 de la mañana en el Altar de la Cátedra, decía la carta. Las liturgias concelebradas tendrán lectores y cantores, lo que es preferido por las normas litúrgicas.
Las misas también se celebran a las 8:30 a.m. en la Capilla del Santísimo Sacramento y a las 9 a.m., 10 a.m., 11 a.m., mediodía y 5 p.m. en el Altar de San José.
Los sacerdotes que quieran celebrar la misa de acuerdo con la “forma extraordinaria”, a veces denominada rito tridentino, pueden hacerlo en la Capilla Clementina en la gruta debajo de la basílica a las 7, 7:30, 8 y 9 am, la carta dice. Debido a que la concelebración no está prevista en el rito, eso significa que solo cuatro sacerdotes pueden celebrar la antigua misa cada día en la basílica.
La Sagrada Constitución del Concilio Vaticano II sobre la Liturgia dice: “Los servicios litúrgicos no son funciones privadas, sino celebraciones de la iglesia, que es el ‘sacramento de la unidad’, es decir, el pueblo santo unido y ordenado bajo sus obispos. Los servicios pertenecen a todo el cuerpo de la iglesia; lo manifiestan y tienen efectos sobre él; pero conciernen a los miembros individuales de la iglesia de diferentes maneras, de acuerdo con su rango, oficio y participación real diferentes.
“Es de destacar que siempre que los ritos, según su especificidad, prevean una celebración comunitaria con la presencia y participación activa de los fieles, esta forma de celebrarlos es preferible, en la medida de lo posible, a una celebración que es individual y cuasi-privado”, continua el documento del concilio.
A finales de febrero, el papa Francisco aceptó la dimisión del cardenal Angelo Comastri como arcipreste de la Basílica de San Pedro y vicario del Estado de la Ciudad del Vaticano. El nuevo arcipreste, el cardenal Mauro Gambetti, fue nombrado para sucederlo, pero no había asumido el cargo a mediados de marzo.
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