CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Jesús dice que no hay que tener miedo al ridículo, a la persecución o a la crítica por ser fiel al Evangelio, pero que hay que tener miedo de malgastar la vida persiguiendo cosas triviales, dijo el Papa Francisco.
“Permanecer fiel a lo que importa es costoso; cuesta ir contracorriente, cuesta liberarse de los condicionamientos del pensamiento común, cuesta ser apartado por los que ‘siguen la moda'”, dijo.
“Lo que cuenta es no desperdiciar el mayor bien, es decir, la vida. … Solo esto debe asustarnos”, dijo el Papa antes de rezar el Ángelus con unos 20.000 visitantes reunidos en la Plaza de San Pedro el 25 de junio.
En su discurso, el Papa Francisco reflexionó sobre la lectura del Evangelio del día (Mt 10, 26-33) en la que Jesús dice a sus discípulos que “no tengan miedo de los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien, a quien puede arrojar en la ‘Gehenna’ el alma y el cuerpo”.
El Papa dijo que el valle de la Gehenna era utilizado por los habitantes de Jerusalén como un gran basurero. Jesús utilizó esta imagen, dijo el Papa, “para decir que el verdadero miedo que hay que tener es el de desechar la propia vida”.
Jesús estaba diciendo a los discípulos que no deben tener miedo de “sufrir incomprensiones y críticas, a perder prestigio y ventajas económicas por permanecer fieles al Evangelio, no, sino a desperdiciar la existencia buscando cosas de poco valor, que no colman el sentido de la vida”, dijo el Papa.
Jesús ya había hablado de las persecuciones que sufrirían los discípulos por ser fieles al Evangelio, “una realidad que sigue siendo actual”, dijo.
“Parece paradójico: el anuncio del Reino de Dios es un mensaje de paz y de justicia, fundado en la caridad fraterna y en el perdón, y sin embargo encuentra oposición, violencia, persecución”, dijo.
“Jesús, sin embargo, dice que no temamos, no porque todo vaya a ir bien en el mundo, no, sino porque somos preciosos para su Padre y nada de lo que es bueno se perderá”, afirmó.
Esto requiere renunciar a “los ídolos de la eficacia y el consumismo”, dijo, “para no perderse en las cosas, que luego se tiran, como se hacía entonces en la Gehenna”.
También significa renunciar a perseguir cosas y logros en lugar de dedicarse a las personas y a las relaciones, dijo el Papa.
Algunos ejemplos, dijo, son: los padres que saben que “no pueden vivir sólo para el trabajo”, pero también “necesitan tiempo para estar con sus hijos”; los sacerdotes y religiosos que se dedican al servicio sin “olvidarse de dedicar tiempo a estar con Jesús”; y los jóvenes que están ocupados con “la escuela, el deporte, intereses varios, el teléfono móvil y las redes sociales, pero necesitan encontrarse con personas y organizar grandes sueños, sin perder tiempo en cosas que pasan y no dejan huella”.
El Papa Francisco dijo que los fieles deben reflexionar sobre lo que temen y considerar el peligro de “no agradar al Señor y de no poner en primer lugar su Evangelio” y rezar para ser “sabios y valientes en las decisiones que tomamos”.
Después de recitar el Ángelus, el Papa Francisco rezó por las familias y las víctimas de la violencia en un centro penitenciario femenino en Támara, Honduras.
Según los informes, la violencia de las pandillas en la prisión dejó 46 mujeres muertas el 20 de junio. Un grupo de reclusas, armadas con pistolas y machetes, accedió a los bloques de celdas de sus rivales, según los medios.
Algunas de las mujeres, encerradas en sus celdas, murieron quemadas y atacadas con armas de fuego y machetes, según los informes.
El Papa se mostró “muy entristecido” por la “terrible violencia entre bandas rivales”, que causó muerte y sufrimiento.
“Rezo por las fallecidas; rezo por sus familias. Qué la Virgen de Suyapa, madre de Honduras, ayude a los corazones a abrirse a la reconciliación y a dar espacio a la convivencia fraterna, incluso dentro de las cárceles”.
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