Alrededor de 250 feligreses de 11 parroquias se reunieron en la Iglesia de Nuestra Señora de Fátima en Bayview para la presentación en español de la propuesta de reconfiguración parroquial como parte de la iniciativa Busquemos la Ciudad Venidera.
En unas palabras al comienzo de la sesión, el obispo auxiliar Bruce A. Lewandowski, C.Ss.R., vicario para la ciudad de Baltimore, citó los factores que llevaron a la archidiócesis a trabajar en este plan junto con las comunidades, presentó una propuesta inicial de cómo se fusionarían las parroquias y escuchó a los representantes de cada comunidad parroquial expresar sus preocupaciones, contrapropuestas y comentarios.
El obispo dijo a The Catholic Review que habrá que sacrificar algunas parroquias para que otras sean más viables y sostenibles. La propuesta prevé pasar de 61 parroquias en 59 lugares de culto a 21 parroquias en 26 lugares de culto.
“Con nuestra presencia en otra comunidad que está en dificultades vamos fortaleciendo y nutriendo esa comunidad, dando una infusión de vida a esa parroquia. Yo sé que es perder algo, pero a la vez es ganar algo y es una obra de caridad que estamos pidiendo a nuestras comunidades latinas en este momento de buscar la Ciudad Venidera”, dijo.
Así mismo, Mons. Lewandowski dijo saber que “no es algo fácil porque muchos de nuestros feligreses han venido de sus países y están en su (nuevo) hogar, han fundado comunidades, han creado espacios en la vida para la comunidad, para crecer, desarrollarse y establecerse en este país. No digo que sea fácil, pero por lo menos tenemos que considerar esta opción ahora que tenemos esta oportunidad”.
El padre franciscano Edgardo Jara, director de la Oficina de Evangelización y Planificación Pastoral de la Arquidiócesis de Washington, D.C., invitó a los fieles presentes a participar en la sesión con el corazón y la mente dispuestos a contribuir en un proceso que avanza por el camino de la sinodalidad.
Durante la presentación de la propuesta, el obispo Lewandowski señaló que la población de la ciudad de Baltimore ha disminuido un 38 por ciento desde 1950. Sólo el año pasado, el 1.5 por ciento de la población abandonó la ciudad.
“El racismo y la gentrificación han desempeñado un papel en los dramáticos cambios de población”, dijo. “Sabemos bien lo que significa el racismo. A veces hemos sido víctimas de gente que no nos respeta, ni nuestra lengua, ni nuestra cultura, ni nuestra fe. Y el racismo tiene mucho que ver con el movimiento de la gente”.
Para el obispo Lewandowski, los elevados costos de mantenimiento de los antiguos edificios son uno de los mayores problemas.
“Ha dificultado llevar a cabo la misión y nuestra atención debería centrarse en las personas y el ministerio y no en los edificios”, dijo. “Muchos de nuestros recursos en la ciudad se van en pagar la energía, el agua, el gas, el tejado, la limpieza, las reparaciones, el aire acondicionado, la calefacción, los sistemas de seguridad”.
“A veces hay sólo 40 personas en misa, en iglesias que fueron construidas para mil personas o más”, advirtió.
De igual forma, el obispo Lewandowski dijo que “en 2022 se celebraron 850 bautismos en todas las iglesias de la ciudad y que de esos bautismos, 450 se celebraron en Nuestra Señora de Pompei, Sagrado Corazón de Jesús, San Patricio y Nuestra Señora de Fátima”, iglesias que cuentan con un gran número de feligreses de habla hispana.
Los líderes de Busquemos la Ciudad Venidera llamaron a los presentes a dar una mano y “compartir la riqueza de nuestras comunidades para ayudar a otras que se están cayendo, que no tienen para el ministerio, que no tienen gente, esas iglesias que realmente están bien deterioradas y necesitan una infusión de vida, de gente y jóvenes bien convertidos, bien comprometidos, llenos de fe”.
“La verdad es que en nuestra condición actual no podemos mantener o sostener lo que tenemos, es imposible”, dijo el obispo Lewandowski.
Durante la reunión los feligreses se organizaron en grupos y en 30 minutos escribieron sus comentarios en una hoja de papel que luego tuvieron la oportunidad de compartir públicamente. El padre Jara recogió los escritos y éstos serán analizados por el comité que está llevando a cabo el proceso de reconfiguración.
Fátima Velázquez, líder parroquial de San Patricio en Fells Point, dijo a The Catholic Review que “sería bueno analizar las parroquias individualmente porque sabemos que la realidad de la iglesia en Baltimore es crítica, hay muchas parroquias que no tienen la feligresía, pero especialmente la comunidad hispana en San Patricio, Pompei y Santa Clara son iglesias que tienen una comunidad viva”.
“Es un poco ambigua esta situación porque sabemos que nosotros como latinos tenemos nuestra comunidad viva, pero no sé cómo nos están contando, si contamos como comunidad o sólo somos un número de hispanos dentro de la iglesia”, dijo Velázquez.
Samuel Somariva y su esposa, Rosa María, feligreses de Nuestra Señora de la Victoria en Arbutus, explicaron que en su parroquia las comunidades representativas son de India, Birmania y varios países del continente asiático.
“Queremos que nuestra iglesia permanezca abierta y que se fusione con San Benito y con el monasterio y que sea una iglesia mosaico”, dijo Rosa María.
Cynthia Mendoza Camacho pertenece a la Comunidad Católica del Sur de Baltimore, compuesta por las parroquias de Nuestra Señora del Buen Consejo, Santa María Estrella del Mar y Santa Cruz.
“Entiendo las dificultades que se presentan, pero cada una de las comunidades de las iglesias tienen diferentes retos y el reto que nosotros tenemos no es el mismo en otros lugares ya que somos una comunidad que está creciendo”, dijo Mendoza Camacho.
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