Cientos de católicos de toda la Arquidiócesis de Baltimore se congregaron en el Seminario y Universidad de Santa María en Roland Park el 21 de octubre para un Festival de la Familia Hispana, destinado a celebrar la cultura hispana, promover vocaciones y fomentar valores familiares.
A lo largo del día, el festival ofreció una plataforma para diversas discusiones dirigidas por parejas casadas, seminaristas y otros, con el fin de proporcionar herramientas para vivir la identidad católica en la cultura actual.
El diácono José Morales y su esposa, Vanessa Morales, quienes sirven en la parroquia de la Resurrección de Nuestro Señor en Laurel, enfatizaron que en un momento en el que las familias de todo tipo enfrentan crisis, el mensaje de fortalecer las familias cristianas y defender los valores cristianos es más esencial que nunca.
La pareja, casada durante 32 años, resaltó la necesidad de que haya diáconos que puedan comprender culturalmente a la feligresía en la comunidad hispana y el papel vital que juegan los líderes familiares y religiosos para conectar con aquellos que sienten el llamado de Dios.
“La comunidad hispana está creciendo, especialmente dentro de las iglesias”, dijo Vanessa Morales. “Si Dios nos llama, Dios nos capacita. La esperanza es que al fortalecer las familias, la comunidad también pueda beneficiarse y absorber estas influencias positivas”.
El padre Matthew Himes, director asociado de vocaciones de la Arquidiócesis de Baltimore y capellán de la Universidad de Maryland, Baltimore County (UMBC) en Catonsville, dio a conocer las estrategias empleadas por la oficina de vocaciones para llegar a la comunidad hispana y difundir la conciencia sobre el sacerdocio, al diaconado y la vida religiosa.
“La Arquidiócesis de Baltimore ha sido bendecida con muchos seminaristas, pero necesitamos muchos más porque son fundamentales para la vida sacramental de la Iglesia”, dijo el padre Himes.
Subrayó la importancia de contar con sacerdotes de la comunidad hispana que comprendan verdaderamente las necesidades y aspiraciones de sus feligreses. Además, animó a las personas con interés en el sacerdocio o la vida religiosa a buscar orientación de sus párrocos.
Se ofrecieron sesiones para dos grupos de jóvenes, brindándoles la oportunidad de compartir sus percepciones y experiencias personales. El diácono Ángel Acuña abordó temas como la importancia de asistir a Misa regularmente y los beneficios de participar en la celebración eucarística. Natalia Jiménez, psicóloga profesional de Inspira Life Training, alentó a las jóvenes a reconocer su esencia, dones y talentos, alineando sus fortalezas con su llamado vocacional y la misión de la Iglesia.
Félix Nolasco, feligrés de Sagrado Corazón en Glyndon, dijo que obtuvo valiosas lecciones de las conversaciones que hubo, especialmente sobre la importancia de tener claridad en los objetivos y valentía para buscar caminos alternativos cuando sea necesario. Uno de los puntos clave fue ser alentado a prestar atención a los detalles y a la “importancia de identificar el llamado de Dios en los pequeños aspectos de la vida”.
“Eventos como estos brindan un apoyo significativo para que aquellos de nosotros que asistimos, al menos, tengamos el valor de cuidar lo que ya tenemos y sembrar esa semilla en nuestros hijos”, dijo Norma Noyola, feligresa de Sagrado Corazón en Glyndon.
El festival ofreció una amplia variedad de actividades para todas las edades. Los asistentes disfrutaron de danzas folklóricas, participaron en momentos de oración y testimonios de oradores destacados, se deleitaron con la gastronomía hispana tradicional y participaron en juegos.
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