Frente a la falta de techo y a sus problemas de salud mental, una joven de Maryland no sabía a dónde acudir cuando se encontró embarazada y sola durante el verano.
Sin saber qué más hacer, la abuela de la joven pidió ayuda a un feligrés de la parroquia de San Esteban en Bradshaw. Gracias a la ayuda de uno de los líderes laicos de la parroquia, una persona que trabaja en la parroquia finalmente puso a la abuela en contacto con Gabriel Network en la parroquia de San Marcos en Catonsville, que es parte de una organización regional que ayuda a las madres embarazadas con materiales y otros recursos.
“Le consiguieron la ayuda que necesitaba desesperadamente”, dijo Rachel Muneses, líder de la campaña Camina con madres necesitadas en las parroquias de San Esteban y Espíritu Santo, en Joppa, que es una nueva iniciativa pro-vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos promovida a nivel parroquial. “En un par de semanas, encontró una vivienda y obtuvo los medicamentos que necesitaba para sus problemas de salud mental. Esto demostró que estos recursos existen. Solo se necesita que la gente esté consciente de ellos”.
Camina con madres necesitadas es una campaña iniciada en 2020 por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos en el 25 aniversario de la encíclica “El Evangelio de la Vida” de San Juan Pablo II. Su objetivo no es convertir a las parroquias en centros para mujeres embarazadas, sino crear conciencia dentro de las parroquias y en la comunidad en general sobre los recursos ya existentes que están disponibles para madres gestantes y sus familias.
Erin Younkins, directora de la Oficina de Vida, Justicia y Paz del Instituto de Evangelización de la Arquidiócesis de Baltimore, dijo que hay 45 parroquias de la Arquidiócesis de Baltimore que ya participan activamente con la campaña Camina con madres necesitadas.
“Esto es un gran logro, considerando que el número promedio de nuestros comités activos del programa Respetemos la Vida usualmente oscila entre 30 y 40”, dijo Younkins.
Camina con madres necesitadas es una iniciativa a la cual todas las personas pueden apoyar, agregó Younkins.
“Hay muchos aspectos en el movimiento Respetemos la Vida que son controversiales y difíciles incluso dentro de nuestra propia Iglesia debido a las diferencias de filosofía, ideología y creencias”, señaló Younkins. “Camina con madres necesitadas no se dedica a promover una legislación, organizar protestas, ni defender causas o principios. Se dedica a acompañar a las mujeres que han elegido la vida.”
En las parroquias de San Esteban y Espíritu Santo, Muneses dijo que Camina con madres necesitadas está ayudando a los feligreses a ver cómo pueden desempeñar un papel en el apoyo a las mujeres embarazadas. Las parroquias realizan colectas de pañales, baby showers y colaboran con otras iglesias para abastecer una despensa de alimentos.
“Creando una cultura en la que se valore la vida y donde el embarazo no se vea como una crisis sino como una bendición, entonces naturalmente se eliminará la opción del aborto”, añadió.
Melanie Kwiatkowski, feligresa y voluntaria de Camina con madres necesitadas, en la parroquia Santa Úrsula en Parkville, dijo que su comunidad de fe se enfoca en apoyar al Centro de Cuidado de la Mujer situado en el condado de Baltimore. Los feligreses donaron recientemente 900 libros al centro de embarazo, que sirvieron para ayudar a las familias a organizar bibliotecas en sus hogares.
“Encontrarse con las madres y las familias en las situaciones que están experimentando y ofrecerles el apoyo que necesitan para prosperar es una parte vital no solo de poner fin al aborto, sino de compartir el amor de Cristo con los demás”, dijo Kwiatkowski.
El Arzobispo William E. Lori, presidente del Comité de Actividades Pro-vida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, ha apoyado la iniciativa nacional Camina con madres necesitadas y expresó su optimismo de que seguirá creciendo.
Envíe un correo electrónico a George Matysek a gmatysek@CatholicReview.org
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