Cuando la pandemia de COVID-19 se extendió por todo el país en marzo de 2020, pocas comunidades sintieron su dolor tan profundamente como los feligreses de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús —Sacred Heart of Jesus— en Highlandtown.
Esta comunidad religiosa, en su mayoría hispana y compuesta en gran parte por inmigrantes, sufrió pérdidas significativas: se registraron 36 muertes relacionadas con el COVID-19 en las primeras semanas de la pandemia, muchas de ellas de adultos jóvenes de entre 30 y 40 años.

En medio del miedo y la angustia, el padre redentorista Bruce A. Lewandowski, entonces párroco de la parroquia, proporcionó una presencia constante y tranquilizadora a la comunidad.
Omar Pineda, un feligrés oriundo de El Salvador, recordó cómo el padre Lewandowski dio un paso al frente en la crisis. Consciente de que retrasar las pruebas de COVID podía ser mortal, el sacerdote colaboró con los líderes cívicos para organizar clínicas de pruebas gratuitas en los predios de la parroquia, que atrajeron a más de 500 personas cada una.
Pero su preocupación no se limitaba a la salud física. Pineda recuerda cómo el padre Lewandowski se aseguró de que todas las misas se retransmitieran en directo, ayudando a los feligreses a mantenerse espiritualmente conectados en medio del aislamiento.
“Una vez vi al padre Bruce solo en la iglesia, llorando”, cuenta Pineda. “Era Semana Santa, cuando nuestra iglesia normalmente estaría llena, con dos misas al mismo tiempo, y ahora estaba vacía. Solo dijo: “Los extraño a todos. Los extraño muchachos”.
Para mantener vivas las tradiciones, el sacerdote invitó a los feligreses a colgar palmas en sus puertas el Domingo de Ramos y a lavar simbólicamente los pies de sus seres queridos el Jueves Santo. Se compartieron vídeos en las redes sociales de la parroquia.
Durante la pandemia, el Papa Francisco elevó al padre Lewandowski al rango de obispo. El nativo de Ohio, que había servido al Sagrado Corazón de Jesús desde 2016, fue ordenado Obispo Auxiliar de Baltimore en la Catedral de María Nuestra Reina, templo que aquel 18 de agosto de 2020 se encontraba prácticamente vacío.
Una vez que se reanudaron las liturgias presenciales, Pineda recordó haber visto al Obispo Lewandowski, que continuó como párroco durante aproximadamente un año después de su episcopado, llevar regularmente una mochila con un kit desinfectante y rociar los bancos entre misas.
“Todos nos sentíamos muy cercanos a él”, dijo Pineda, quien lo describió como uno de los sacerdotes más trabajadores que ha conocido.
La forma en que el Obispo Lewandowski manejó la pandemia reflejó su enfoque ante otros desafíos en Baltimore. Su tenacidad y cuidado fueron evidentes en su liderazgo de la iniciativa de planificación pastoral ‘Busquemos la Ciudad Venidera’ —Seek the City to Come— y en su fomento de la escucha sinodal.
Agradecidos por su servicio
Mientras el Obispo Lewandowski se preparaba para su toma de posesión el 20 de mayo como décimo Obispo de Providence, Rhode Island, personas de toda la Arquidiócesis de Baltimore le agradecieron sus nueve años de ministerio aquí.
El Arzobispo William E. Lori ofreció una misa de despedida el 4 de mayo en la Catedral de María Nuestra Reina, en Homeland, y los empleados del Centro Católico compartieron sus mejores deseos en una recepción con postres el 8 de mayo.

Cientos de personas de la comunidad hispana se reunieron el 10 de mayo en el Sagrado Corazón de Jesús para una despedida festiva, con una banda de mariachis y comidas tradicionales hispanas.
“Solo puedo decir que el Obispo Bruce es el sabio más brillante con el que he tenido la oportunidad de trabajar”, dijo Geri Royale Byrd, exdirectora de ‘Busquemos la Ciudad Venidera’.
Byrd trabajó en estrecha colaboración con el obispo durante varios años, escuchando a los feligreses y recabando su ayuda para elaborar un plan que finalmente dio lugar a la fusión de 61 parroquias del área de Baltimore en 30 lugares de culto.
“Con ‘sabio’ me refiero a que actúa con una brillantez compasiva y una humildad que es resonante”, explicó Byrd. “No se limita a predicar con el ejemplo. Lo sabe. Lo siente. Siente contigo. Se entrega en cuerpo y alma”.
Adrienne Curry, directora de la Oficina Arquidiocesana de Ministerios Católicos Negros, señaló que el Obispo Lewandowski tuvo una tarea muy difícil al dirigir ‘Busquemos la Ciudad Venidera’.
El cambio nunca es fácil, dijo, y tuvo que enfrentarse a muchas personas enfadadas o heridas a lo largo del proceso. Escuchó a todo el mundo, dijo, incluso a aquellos que estaban molestos con él.

“Sé que muchas de las decisiones fueron muy dolorosas para él porque lo hablamos”, dijo Curry, señalando que el Obispo Lewandowski a menudo la llevaba en coche a diversas reuniones comunitarias de ‘Busquemos la Ciudad Venidera’ en toda la región. “Estoy segura de que rezó por ello. Eso forma parte de ser sacerdote y, especialmente, de ser redentorista”.
Los miembros de la comunidad negra apreciaban su honestidad, su franqueza y su compasión, dijo. El obispo apoyó los esfuerzos para promover la canonización de seis católicos negros que ejercieron su ministerio en Estados Unidos, entre ellos la Madre Mary Lange, fundadora de las Hermanas Oblatas de la Providencia, con sede en Baltimore.
Durante una misa especial del Día de Todos los Santos en la iglesia Santa Ana, en el este de Baltimore, el obispo se inclinó profunda y humildemente ante seis grandes imágenes de los candidatos a la santidad.
“Es un buen predicador y le encanta la camaradería”, dijo Curry. Recordó que el Obispo Lewandowski incluso se puso a cantar durante una liturgia de aniversario en la iglesia de San Gregorio Magno, en el oeste de Baltimore.
“Nunca había visto algo así”, dijo asombrada. “Yo pensaba: “¿Hablas español, hablas portugués y cantas? ¡Ándale!”.
Curry bromeó diciendo que planea asistir a la toma de posesión de su amigo en Providence vestida con un saco y ceniza, rechinando los dientes y lamentándose. “Lo voy a extrañar muchísimo”, dijo.

Lia García, directora arquidiocesana de Ministerios Hispanos, calificó al Obispo Lewandowski como una “voz de reflexión” cuando las cosas se ponían tensas durante el proceso de ‘Busquemos la Ciudad Venidera’.
“Siempre mantuvo la calma porque sabía que eran decisiones difíciles, pero quería dar a la gente la oportunidad de expresarse y hacer oír su voz”, dijo García. “Siempre acogió las opiniones de los demás. Como ministros de la Iglesia, hay que predicar con el ejemplo, y yo he aprendido mucho de él”.
García dijo que el Obispo Lewandowski “no es de esos de correo electrónico”. Le encanta hablar con la gente, reunirse personalmente con ellos y, como siempre dice, compartir comidas, especialmente los dulces.
“Da su número de teléfono a todo el mundo”, dijo. “Conoce a todo el mundo por su nombre. Cuando lo ves por la calle, la gente sigue llamándolo ‘Padre Bruce’”.
Querido por la comunidad hispana
García dijo que el Obispo Lewandowski es especialmente querido en la comunidad hispana. Además de proporcionar atención pastoral durante la pandemia, él encabezó la iniciativa de crear una tarjeta de identificación parroquial en Sagrado Corazón de Jesús que es reconocida por la ciudad de Baltimore.
La tarjeta es aceptada por los hospitales, las escuelas y la policía de la zona, lo que ayuda a los residentes a obtener un documento de identidad no emitido por el gobierno que incluye su foto y su domicilio. El Obispo Lewandowski consideraba que la tarjeta era especialmente importante para crear un entorno más seguro para las comunidades de inmigrantes que, de otro modo, podrían tener miedo de interactuar con la policía u otras agencias.
“Eso significó mucho para nosotros, porque muchos no tienen ningún documento de identidad válido que llevar encima”, dijo René Quintanilla, feligrés del Sagrado Corazón de Jesús. “Él fue capaz de ir con el alcalde y decirle: ‘Sí, hagámoslo’. Eso tuvo un gran impacto en mucha gente de la iglesia”.

Quintanilla, nacido en El Salvador, dijo que el obispo estaba en sintonía con las tradiciones espirituales y culturales de los diversos grupos de inmigrantes de la parroquia y se unía a la comunidad para celebrarlas y rezar con la gente.
Durante las celebraciones de despedida en Baltimore, se formaron largas colas de personas para dar las gracias al obispo. Muchos lo abrazaron con fuerza o le entregaron pequeños obsequios en señal de agradecimiento, colocándole tarjetas en el bolsillo del pecho.
El Obispo Lewandowski dijo que Baltimore estará siempre en su corazón. En una entrevista con Protagonistas de Fe, un podcast en español producido por Catholic Review y la Oficina de Pastoral Hispana de la arquidiócesis, dijo que considera Baltimore su hogar y el lugar donde vive su familia en la fe.
“Conozco a más gente aquí que en otros lugares”, dijo. “Nunca pensé en mudarme a otro lugar”.
Cuando se le preguntó qué esperaba para el pueblo de la Arquidiócesis de Baltimore, el obispo respondió simplemente: “Cuiden bien a los jóvenes, por favor”.
“Me preocupo mucho por ellos y por su fe, por su amistad con Cristo y por su presencia o ausencia en la iglesia”, dijo en español, señalando en particular la necesidad de brindar apoyo a quienes sufren depresión o ansiedad.
“Tenemos que asegurarles que la comunidad está aquí”, dijo. “La Iglesia está aquí”.
Envíe un correo electrónico a George Matysek a gmatysek@CatholicReview.org
Para ver más fotos del Obispo Lewandowski, haga clic en la presentación de diapositivas a continuación:
En Espanol
Copyright © 2025 Catholic Review Media