La colecta del CCHD es vital para las organizaciones locales de lucha contra la pobreza

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Marge Trenkle dice que la colecta de este año para financiar la principal iniciativa de justicia social de la iglesia católica es más importante que nunca para el capítulo Baltimore de la campaña.

Debido a un contratiempo en el proceso de financiación nacional, la presidenta del comité de la CCHD de Baltimore dijo que la colecta del 16-17 de noviembre en las parroquias de toda la Arquidiócesis de Baltimore es una fuente de financiación vital para el capítulo local de la Campaña Católica para el Desarrollo Humano.

“Es absolutamente crítica”, dijo Trenkle, feligrés de San Juan Evangelista en Columbia.

Trenkle es miembro del comité desde hace más de 23 años, después de haber sido miembro de uno de los grupos de lucha contra la pobreza financiados por la CCHD; así que ha visto de primera mano, desde ambos lados, el poder de la capacidad del comité local para defender el programa nacional de lucha contra la pobreza de la iglesia católica estadounidense.

Desde el inicio de su labor en 1970, la Campaña Católica para el Desarrollo Humano ha concedido más de 462 millones de dólares en subvenciones a más de 12.000 organizaciones comunitarias de base. A través de las subvenciones concedidas a organizaciones comunitarias locales, la CCHD hace posible la participación activa de las personas en situación de pobreza y fomenta la solidaridad entre las personas que viven en la pobreza y sus vecinos.

La financiación nacional de este año está temporalmente en espera porque la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) aprueba las subvenciones en sus reuniones anuales, que este año se celebran en noviembre. La USCCB también está estudiando una nueva fórmula para distribuir los fondos, posiblemente cambiando a un modelo basado en el año calendario.

“Lo importante es que los obispos siguen comprometidos con la Campaña Católica para el Desarrollo Humano”, dijo monseñor Richard Bozzelli, director del comité de Baltimore y párroco de San Bernardino en West Baltimore. “Como en muchos sitios, la pandemia del COVID nos hizo cambiar un poco la marcha”.

Monseñor Bozzelli dijo que, en el pasado, los fondos se “igualaban” de un año a otro para proporcionar una fuente constante de financiación que no estuviera ligada a un repunte o un descenso en la recaudación nacional.

“Por eso los católicos deben ser conscientes de su contribución”, dijo monseñor Bozzelli, “porque ahora los fondos estarán conectados mucho más estrechamente con el dinero recaudado cada año y las subvenciones”.

Mientras el comité local del CCHD espera noticias sobre la concesión de sus subvenciones nacionales, ha seguido adelante con la financiación local de algunos de sus grupos patrocinados que se enfrentan a problemas presupuestarios sin los fondos del CCHD.

“El arzobispo (monseñor William E. Lori) y (el obispo auxiliar Bruce) Lewandowski han estado de acuerdo en que sigamos adelante con los grupos locales mientras esperamos a ver qué aprueba el comité nacional”, dijo Trenkle.

Los fondos recaudados cada noviembre se envían a la oficina nacional y luego se distribuyen cada año a las comunidades en forma de subvenciones. Los comités locales también reciben el 25% de la recaudación local devuelta para distribuirla como subvenciones regionales con fines educativos, como la formación de grupos sobre cómo solicitar las subvenciones.

El año pasado, el comité local del CCHD trabajó con seminaristas de Mount St. Mary’s Seminary de Emmitsburg y con un grupo nacionales de practicantes para enseñarles la importancia de los programas de lucha contra la pobreza de los obispos.

La Arquidiócesis de Baltimore, gracias a un comité experimentado y decidido, suele devolver a la zona mucho más de lo que ingresa la colecta de toda la arquidiócesis, según Trenkle.

Este año ya se ha destinado una financiación local de 40.000 dólares a:

Anne Arundel Connecting Together (8.500 dólares). ACT está trabajando en asuntos de vivienda y ayudando a los ciudadanos que regresan a reconectarse con la comunidad para convertirse en ciudadanos productivos.

CHIN Association of Maryland (2.000 dólares). CHIN colabora con los sistemas educativos de los condados de Howard, Baltimore y Frederick para ayudarles a prestar servicios educativos adecuados a los refugiados de Birmania.

People Acting Together in Howard (5.000 dólares). PATH trabaja para organizar a los residentes de zonas de alta pobreza del condado de Howard en torno a temas como la vivienda asequible y la justicia medioambiental.

South Baltimore Community Land Trust (9.000 dólares). SBCLT trabaja en el desarrollo de viviendas asequibles en la ciudad de Baltimore para promover la vivienda propia y la justicia medioambiental.

United Workers (9.000 dólares). Esta organización de trabajadores trabaja en la ciudad de Baltimore y en los condados del oeste de Maryland en cuestiones de pobreza comunes en ambas localidades.

Immigration Outreach Service Center (5.000 dólares). IOSC está ampliando su espacio para llegar a más gente.

Baltimore Oliver Community Association (1.500 $). BOCA está explorando las necesidades actuales de los residentes que afectan a su comunidad. 

ACT, BUILD, CHIN, PATH, SBCLT y United Workers han presentado solicitudes y están a la espera de recibir noticias sobre las subvenciones nacionales.

En el ciclo de financiación 2023-24, CCHD financió a los siguientes grupos:

Drink at the Well recibió una subvención para ayudar a mujeres en situación de riesgo en la zona de Curtis Bay de la ciudad de Baltimore.

South Baltimore Community Land Trust, en la ciudad de Baltimore, recibió una subvención para desarrollar viviendas asequibles en Cherry Hill con el fin de promover la vivienda propia y la justicia medioambiental.

ACT utilizó los fondos para trabajar con ciudadanos retornados e inquilinos con bajos ingresos.

PATH utilizó una subvención para organizar a los residentes de zonas de alta pobreza del condado de Howard en torno a asuntos como la vivienda asequible y la justicia medioambiental.

CHIN utilizó fondos para trabajar en los condados de Baltimore, Frederick y Howard ayudando a los refugiados de Birmania a acceder a recursos educativos.

United Workers utilizó las subvenciones para trabajar en cuestiones relacionadas con la pobreza en la ciudad de Baltimore y en los condados del oeste de Maryland.

Todos los grupos financiados deben cumplir la doctrina católica.

“Ha habido cierta negatividad injusta sobre nuestra organización y los grupos que financiamos”, dijo Trenkle. “Pero si la gente se tomara el tiempo para mirar a los grupos que hemos financiado, verían las grandes obras que estos grupos han hecho en Baltimore y sus alrededores para atacar las causas profundas de la pobreza. Hay mucho escrutinio a la hora de conceder estas subvenciones para garantizar que no se financia nada que vaya en contra de la doctrina católica, como el aborto”.

Los feligreses pueden contribuir a la colecta del 16-17 de noviembre (la segunda colecta en la mayoría de las misas) en su parroquia o enviar un cheque a nombre de Catholic Campaign for Human Development y enviarlo por correo a St. Bernardine Parish, Attn. Monseñor Richard Bozzelli, Director CCHD Baltimore, 3812 Edmondson Ave., Baltimore 21229.

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