De Baltimore a Bolivia, las memorias cantan June 10, 2021By Mary K. Tilghman Special to the Catholic Review Filed Under: En Español English La hermana Gerald McCloskey, oriunda de Baltimore e Hija de la Caridad, viajó por las selvas de la cuenca del Amazonas en barco y a caballo. (Cortesía de Mary Ellen McFadden) Lo primero que el lector puede notar sobre las memorias póstumas de la hermana Mary Gerald McCloskey sobre su ministerio en Bolivia son las historias divertidas, que incluyen encuentros con serpientes y un caballo que se bañó con la hermana Gerald todavía en la silla de montar. En “Convocados a seguir adelante con pasión”, la nativa de Baltimore escribió con buen humor sobre las personas de gran fe a las que sirvió en el Altiplano y en la cuenca del Amazonas, donde viajó en un barco llamado “Siloé”. La hermana Gerald, quien murió en abril de 2020, pasó 56 años en Bolivia. Después de establecer una misión cerca del lago Titicaca para los indios aymaras, se trasladó a la remota cuenca del Amazonas, viajando en barco para servir a los indígenas de la lejana región. “Ella era una misionera hasta la punta de sus dedos”, dijo la hermana Claire Debes, también Hija de la Caridad y amiga de toda la vida. Después de que la hermana Gerald murió de cáncer de mama, la hermana Claire fue una de las tres editoras que vieron el libro para su publicación. Fue publicado por su familia, y de forma privada, a finales de 2020; el texto completo se puede encontrar en el sitio web de su orden religiosa. El proyecto comenzó después de que la hermana Gerald hiciera presentaciones sobre su trabajo en las misiones, según recuerda la hermana Claire. La hermana Gerald “fue bombardeada por sus hermanas religiosas para que compartiera sus historias”. Al regresar a los Estados Unidos en 2017, cumplió con lo que le pedían. El resultado es un libro de 89 páginas que intercala las historias de fe y las aventuras de la hermana Gerald con ensayos de su compañera misionera, la hermana Maritza García, con quien sirvió durante 27 años; de otras Hijas de la Caridad de la Provincia Centroamericana; y de laicos con los que trabajaba. La hermana Maritza también tradujo el libro al español. La hermana Gerald y sus compañeras encontraron muchas maneras de servir a las personas a su cuidado, incluida la construcción de un complejo escolar y una carretera muy necesaria para acceder al río Mamoré, ahora conocido como Puerto Geralda en su honor. Para Mary Ellen McFadden, prima de la hermana Gerald, quien escribió la introducción del libro y sirvió como su editora, ella es una santa. “Era una persona muy especial y santa que dio su vida por los pobres. Ella sirvió de maneras que podrían verse como grandes y como pequeñas”, dijo. Para las Hijas de la Caridad, las memorias de la hermana Gerald sirven de inspiración para la reflexión personal, así como para la promoción de las vocaciones, dijo la hermana Claire. La hermana de las escuelas de Notre Dame, Kathleen Feeley, presidenta emérita de la Universidad de Notre Dame de Maryland, conoció a la hermana Gerald cuando visitó a su propia hermana misionera, la Hija de la Caridad, la hermana Teresa Feeley, quien pasó 33 años en Bolivia. Ella recuerda a la hermana Gerald como “tan cariñosa y tan divertida”. “Creo que a la gente le encantaron sus visitas”, dijo la hermana Kathleen. “Era una mujer sumamente generosa, una mujer que se atrevía a hacer lo que nadie más hacía y a correr riesgos”. El padre vicentino Gregory Gay, que visitó dos veces a las hermanas como Superior General de la Congregación de la Misión, que es una comunidad hermana de las Hijas de la Caridad, también contribuyó con un ensayo. “Siento un santo orgullo al saber que la hermana Geralda (como la conocían en Bolivia), tan comprometida con los pobres de las periferias de Bolivia, era una compatriota mía, no porque fuera de Estados Unidos, sino porque, al igual que yo, ella era de Baltimore”, dijo el padre Gay, ahora pastor en Carolina del Norte. Dijo que el libro de la hermana Gerald fue enviado a Roma, a la Curia General de su congregación, al Superior General, el padre vicentino Tomaz Mavric, y a los archivos de la orden, así como al Vaticano, para el Papa Francisco. La Pastoral Migratoria de parroquia de Columbia recibe reconocimiento nacional Delegados arquidiocesanos participan en Encuentro Continental El Papa Francisco: La maternidad de María es la esencia de Guadalupe Obispos mexicanos piden una tregua mientras el país celebra la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe Hay reportes de que Trump podría tener planes de permitir arrestos de ICE en iglesias Arquidiócesis de Baltimore honra a Nuestra Señora de Guadalupe Copyright © 2021 Catholic Review Media Print