Se publica el plan final de Busquemos la Ciudad Venidera, la arquidiócesis reducirá a la mitad las parroquias de la zona de Baltimore

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La Arquidiócesis de Baltimore reveló el 22 de mayo el plan final para la planificación parroquial en la ciudad de Baltimore, con 23 parroquias en 30 lugares de culto, aproximadamente la mitad del número actual de iglesias disponibles para la misa dominical.

Actualmente en la ciudad de Baltimore y algunas zonas cercanas del condado de Baltimore que formaban parte del proyecto, 61 parroquias en 59 lugares de culto atienden a unos 5.000 católicos. Representan aproximadamente el 1% de los católicos de la arquidiócesis, atendidos por el 44% de las parroquias.

La iniciativa Busquemos la Ciudad Venidera comenzó en otoño de 2022 con sesiones de escucha, seguidas de sesiones de visionamiento, discernimiento y decisiones. La arquidiócesis publicó una propuesta en abril que habría creado 21 parroquias en 26 lugares de culto, por lo que el mapa final es una expansión de ese plan.

“Toda la orientación de Busquemos la Ciudad Venidera es hacia la creación de parroquias que estén bien posicionadas y bien equipadas para evangelizar los barrios y reunir realmente a la gente de esos barrios, especialmente a los que no van a la iglesia, en torno a la mesa del Señor”, dijo el Arzobispo William E. Lori. Señaló que el objetivo es crear “parroquias que tengan lo que se necesita para contar con una gama completa de servicios pastorales para hacer divulgación, para hacer ministerio social y, si se me permite decirlo, para ser una luz brillantemente visible en los barrios donde existen”.

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Eso resuena en el tema de dos de sus cartas pastorales –“Una luz brillantemente visible” en 2015, y “Una luz brillantemente visible 2.0”– que buscaban enmarcar la planificación parroquial con una visión hacia el discipulado misionero.

La arquidiócesis buscó opiniones sobre la propuesta publicada en abril en cuatro foros públicos, que atrajeron a miles de personas y el arzobispo reconoció que el interés en esos eventos superaba lo que la mayoría de los lugares seleccionados podían albergar. Dijo que eso formaba parte del “proceso sinodal ascendente” de escuchar y responder. El mapa final lo pone de manifiesto, ya que es diferente del de apenas cinco semanas antes.

“La gente habló con pasión. La gente demostró su amor por sus parroquias”, dijo el arzobispo. “Pero además en esas reuniones se expusieron puntos que fueron muy constructivos y útiles para dar forma al mapa final”.

La iniciativa ‘Busquemos la Ciudad Venidera’ requirió de 20 meses de esfuerzo por parte de un grupo de trabajo de unos 250 clérigos y líderes parroquiales de la ciudad, con la ayuda de varios departamentos del Centro Católico. Los líderes de ‘Busquemos la Ciudad Venidera’ visitaron todas las parroquias de la zona de estudio para evaluar las instalaciones y las necesidades y se reunieron con los responsables parroquiales para orar y escuchar.

En algunos momentos del proceso se llevaron a cabo discusiones abiertas y piadosas, antes de que el grupo de trabajo se reuniera para elaborar propuestas que pudieran perfeccionarse. El proceso también incluyó datos sobre el número de feligreses, la práctica de sacramentos como bautizos, bodas y funerales y otros datos demográficos.

El Arzobispo Lori calcula que la arquidiócesis ha escuchado unas 6.000 voces en el proceso. “Reconocemos que no todo el mundo estará satisfecho con el resultado, pero realmente nos hemos esforzado por escuchar y escuchar ha influido realmente en el resultado”, dijo.

El Obispo Bruce A. Lewandowski, vicario para la ciudad de Baltimore y codirector de Busquemos la Ciudad Venidera, dijo que la iniciativa ofrecía muchas y variadas formas para que la gente fuera escuchada: visitas en persona, visitas a las parroquias, sesiones públicas abiertas, correos electrónicos, cartas y llamadas telefónicas.  

“La realidad es que en algún momento tenemos que parar y decir: creo que tenemos una buena idea de lo que preocupa a la gente, de lo que esperan, de lo que les causa preocupación y ansiedad, de las ideas y de otras posibilidades que tienen para las parroquias. Llegas a un punto en el que dices: ‘Bueno, creo que podemos avanzar’”.

El obispo auxiliar dijo que se tuvieron en cuenta todos los comentarios presentados. “Cada uno de ellos ha sido muy valioso en este proceso. No significa que siempre vayamos a poder hacer lo que la gente pide, pero hemos escuchado y conocemos las preocupaciones”.

Dijo que las aportaciones también serán útiles en la siguiente fase de aplicación.

Algunos lugares de culto fueron trasladados o añadidos en el plan definitivo. Además, una propuesta para tener posibles lugares de culto en el Edmondson Village Shopping Center y el Cherry Hill Town Center se eliminó del plan final porque se mantendrán los lugares de culto originales.

Monseñor Lewandowski dijo que el plan general tiene más parroquias y lugares de culto que la propuesta basada en la retroalimentación y una mirada más cercana a los datos. El objetivo era tener menos parroquias, más grandes y distribuidas para asegurar una presencia en muchos barrios de la ciudad para renovar la labor de evangelización.

“Nos referimos a la evangelización en sentido estricto: formar discípulos misioneros y salir a los barrios a llevar el Evangelio”, dijo Monseñor Lewandowski. “¿Le va a gustar a todo el mundo? No, pero ¿podemos vivir con ello? Espero que sí. ¿Y podemos avanzar con esto hacia un futuro en el que realmente estemos formando nuevas parroquias que tengan la evangelización como su primera prioridad? Creo que es posible a partir de lo que presentamos ahora”.

Dijo que la configuración actual de las parroquias en la ciudad dispersa demasiado a la Iglesia. “Queríamos encontrar un equilibrio porque muy pocas tampoco sería una solución. Y queremos asegurarnos de que estamos estratégicamente situados en toda la ciudad específicamente para ese alcance y evangelización en los barrios”.

El Obispo Lewandowski dijo que la aplicación del plan se llevará a cabo por etapas, con las oficinas de la arquidiócesis proporcionando apoyo en recursos humanos, personal del clero, instalaciones, finanzas y la Oficina de Renovación Parroquial en el Instituto para la Evangelización. Para la mayoría de las parroquias, las nuevas configuraciones y fusiones se llevarán a cabo el primer domingo de Adviento de 2024, el 1 de diciembre. Para otras, podría ser el primer domingo de Cuaresma de 2025, y para algunas incluso más tarde.

Y añadió, “la puesta en marcha no sólo significa trasladar a la gente de una iglesia a otra, sino acomodar los registros, encontrar empleo para los empleados de la parroquia”.

“Lo que hemos aprendido en otras diócesis es que algunas personas tardan entre tres y cinco años en adaptarse a una nueva configuración parroquial. Así que la implantación sobre el papel es muy diferente de la experiencia vivida. Va a haber una gran necesidad de paciencia, flexibilidad, amabilidad, dulzura y compasión porque es una sacudida para el sistema”.

Las iglesias de la ciudad que dejarán de ser lugares de culto para la misa diaria o dominical seguirán estando a disposición de los feligreses para bodas, bautizos o funerales, al menos hasta que la nueva parroquia decida cómo utilizar mejor todas las propiedades.

“Queremos que la nueva parroquia tenga éxito y sea fuerte financieramente, que cuente con buenos recursos y, por tanto, si se vende alguna de las propiedades fusionadas, esos fondos irán con la gente a su nueva parroquia – según el Derecho Canónico-, sigue al territorio y a la gente”, dijo el obispo Lewandowski.

Los consultores y el personal de la arquidiócesis pueden ayudar a los líderes parroquiales y a los administradores parroquiales a tomar decisiones sobre el uso de las instalaciones y la posible venta de edificios u otros materiales.

El obispo también dijo que es importante recordar que nada cambia inmediatamente el día en que se anuncia el plan. Los puestos de trabajo en las parroquias se mantienen, los ministerios continúan. No se cancelarán las bodas ni los bautizos programados. “¿Llegaré el domingo y la iglesia estará cerrada? No. … Esto se aplicará gradualmente y la comunicación será de máxima importancia para que todo el mundo sepa qué va a pasar y cuándo, para que a nadie lo tome desprevenido”.

El equipo de implementación de la arquidiócesis se reunirá con cada nueva configuración parroquial porque cada una tiene un carácter único.

El Obispo Lewandowski reconoció que muchas personas que viven fuera de la ciudad ahora asisten a iglesias en la ciudad, y que algunos pueden elegir una iglesia más cerca de casa en un condado cercano. Dijo que espera que las parroquias puedan conservar a esas personas y, al mismo tiempo, llegar a más residentes en sus propios barrios.

La gente es libre de elegir su lugar de asistencia, y “llevará un tiempo que la gente decida dónde quieren establecer su nuevo hogar espiritual”, dijo el Monseñor.

Añadió que este plan era necesario para renovar la obra del Evangelio y restablecer la iglesia en la ciudad. Aunque en cierto modo es doloroso y triste, “creo que es un nuevo comienzo y un nuevo inicio que dará frutos para un futuro grande y brillante de nuestra iglesia en la ciudad”.

Él cree que dentro de unos años, la iglesia podrá mirar atrás y ver nueva vida, nuevo crecimiento, misión y energía renovadas y una iglesia revitalizada. “Vivimos en la esperanza de una nueva vida por venir”.

El Arzobispo Lori dijo que la iniciativa “pretende crear lazos de cooperación y colaboración entre las propias parroquias para evitar una competición parroquial y, en cambio, fomentar un sentido de ministerio compartido, de preocupación compartida por nuestra ciudad y sus alrededores, de preocupación compartida por los que viven allí y necesitan al Señor y la fe”. Esto incluye nuevas formas de colaboración con Caridades Católicas, la educación católica y las organizaciones católicas de asistencia sanitaria, entre otras, especialmente las que reciben apoyo de la Campaña Anual para los Ministerios Católicos.

Geri Royale Bird, codirectora de Busquemos la Ciudad Venidera, considera que el proceso que ha llevado a la arquidiócesis hasta este punto es la piedra angular de la colaboración en el futuro. Las sesiones de escucha, visionamiento, discernimiento y modelado crearon una oportunidad y una plataforma de trabajo conjunto y dieron a los líderes parroquiales la oportunidad de trabajar con personas que no conocían.

“Lo valioso es que todo el tiempo hemos estado trabajando juntos. Ahora vamos a aprovecharlo aún más”, afirmó. “La emoción de esto es que … llegamos a tener un nuevo comienzo para tener una iglesia evangelizadora ahora”.

Byrd dijo: “Tengo la esperanza de que hemos aprendido de eso y hemos ejercitado algunos músculos diferentes sobre cómo podemos ser colectivos y cómo podemos colaborar juntos”.

Entiende que algunas personas estén ansiosas, pero espera que “miren más allá y sepan que hay días más brillantes porque estamos creando un panorama en el que tendremos los recursos… para hacer realmente el trabajo”.

Por su parte, el Arzobispo Lori afirmó: “Queremos llevar a la ciudad de Baltimore y sus alrededores todos los dones, todos los ministerios del Espíritu Santo”.

Dijo que, aunque el calendario anunciado anteriormente preveía un anuncio final del plan en junio, el momento oportuno era finales de mayo. Una vez concluidas las consultas y las sesiones públicas de información e incorporadas éstas al plan revisado, no había razón para mantener en suspenso a los líderes parroquiales y a sus feligreses.

La asignación del clero a las nuevas parroquias se hará en breve.

Por el momento, las nuevas parroquias adoptarán el nombre de la iglesia en la que estén ubicadas, pero los feligreses de la nueva entidad podrán solicitar un cambio de nombre. En estos casos, normalmente los feligreses hacen sugerencias y el párroco puede presentar tres o cuatro nombres al arzobispo para su elección final.

El Arzobispo Lori dijo que el trabajo de ‘Busquemos la Ciudad Venidera’ no ha terminado, porque la arquidiócesis seguirá caminando con las comunidades parroquiales a través de la implementación.

La Arquidiócesis de Baltimore no es la única diócesis que está llevando a cabo una planificación parroquial a la luz de la evangelización, dadas las realidades de menos recursos y cambios demográficos. Recientemente, la Diócesis de Peoria, Illinois, anunció que como resultado de su proceso de planificación de dos años llamado “Discípulos en crecimiento”, las 156 parroquias de la diócesis se convertirán en 75 parroquias con 129 lugares de culto. Doce parroquias se fusionarán con parroquias vecinas, mientras que otras 107 parroquias se unirán para crear 38 nuevas.

Envíe un correo electrónico a Christopher Gunty a editor@CatholicReview.org

Para ver el plan definitivo de ‘Busquemos la Ciudad Venidera’ y un mapa con las nuevas configuraciones parroquiales, visite www.archbalt.org/seekthecity/

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